Reflexiones sobre el Cine... La verdad oculta: The Whistleblower
Dirigida por Larysa Kondracki, 2011
Damelis Gaspar
Carúpano. Es difícil de concebir la
trata de personas o tráfico de personas, en especial el que se lleva a cabo
para explotar sexualmente a mujeres jóvenes y menores de edad. De acuerdo con
investigaciones como las del estadounidense Siddarth Kara[i], el número de niñas
y mujeres jóvenes obligadas a prostituirse supera el millón; comprar una
esclava en África cuesta seiscientos dólares; y la explotación de esclavas
sexuales genera más de 35.000 millones de dólares anuales. Muchas de esas
chicas son engañadas, violadas, tratadas como animales, secuestradas, raptadas, vendidas, también les
roban sus documentos y si tratan de
huir, son vilmente castigadas y hasta asesinadas. Cabe destacar que aunque, el
tráfico de drogas genera mayores ingresos, las mujeres víctimas del tráfico
sexual son más rentables, porque no tienen que ser cultivadas, destiladas ni
envasadas y pueden ser usadas muchas veces.
Lo más sorprendente de este vil negocio es que los que trafican, venden
y compran mujeres no son solamente criminales despiadados, sino grandes
personalidades, diplomáticos, incluso familiares de las
Víctimas, policías, funcionarios, gente de apariencia normal y hasta
militares protegidos por la ONU, que gozan de inmunidad y no pueden ser
procesados legalmente. Es un negocio degradante,
no solamente desde la manipulación y degradación de personas, sino desde el
maltrato, las torturas y las deprivaciones insufribles, donde se retrata la
tragedia humana en niñas forzadas a tener relaciones sexuales con cientos de
hombres antes de cumplir los dieciséis años”.
Es evidente que este tipo de “industria” depende de la pequeña fracción
de los hombres que son responsables de su demanda. Basta con que uno de cada
mil hombres mayores de edad en el mundo
use del sexo pagado diariamente, para saturar la capacidad de las 1,2 millones
de esclavas sexuales existentes. Lo consideran un negocio redondo.
Es en este ambiente que se desarrolla la película La verdad Oculta, protagonizada por Rachel Weisz en el papel de Kathryn
Bolkovac, una policía estadounidense que se enlista para trabajar en Bosnia,
como parte de una fuerza de tareas de la empresa “Democra”, contratada por la
ONU para actuar como policía especial de transición luego de la guerra que
devastó al país balcánico. Bolkovac es
una mujer sensible, disciplinada, que termina enfrentada a una red de
traficantes, en la cual están involucrados funcionarios de las Agencias de Naciones Unidas y de la
policía.
La Película trata de una
historia basada en hechos reales, donde los sucesos se van narrando, poco a poco, atados a la
trama investigativa que va siguiendo Bolkovac en forma tenaz, luchando contra
todos los obstáculos, hasta penetrar las capas de los círculos de brutalidad,
maldad, deshumanización dentro de los cuales se esconde la verdad oculta.
La verdad va apareciendo lentamente, reflejada en las miradas tristes y
derrotadas de mujeres que sufren daños psicológicos, físicos y emocionales, que
desfilan por los centros de acogida, en centros de detención, en burdeles, en
miserables cuartos llenos de mugre y desolación. La policía Bolkovac es la única persona que se
atreve a investigar a medida que las evidencias aparecen, claras, terribles.
Las
ciudades se aprecian desoladas, como
abandonadas. Por la prensa es que llegó
la materia primordial para la realización
esta película. En fin, mientras exista humanidad y sensibilidad, la
esperanza es la última que se pierde.
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